Siempre he pensado que la limpieza de un municipio denota si la gestión política existente es eficaz o no. Dicho de otro modo, un municipio no está limpio por casualidad, sino porque detrás hay una voluntad política de que así sea, con la planificación adecuada y la inversión necesaria. Pero ambos conceptos, planificación e inversión, deben ir íntimamente ligados, porque de nada sirve que se paguen concesiones millonarias si detrás no hay una planificación correcta, y muestra de ello es lo que está ocurriendo en el municipio de Salou.
¿Cómo se explica, sino que en el mes de marzo de 2024 se formalizase el nuevo contrato de limpieza por un período de 12 años y un importe total de casi 106 millones de euros y solo un año después se haya incrementado el precio de dicha concesión en casi 14,4 millones de euros adicionales?
Esa modificación solo puede responder a una cuestión, y no es ni más ni menos que la falta de planificación de un equipo de gobierno que nos tiene acostumbrados a gobernar “a salto de mata”. Y lo peor de todo ello es que el incremento del precio de la concesión más cara de la historia de Salou, más de 120 millones de euros, no es garantía de que la limpieza del municipio esté mejorando. Solo hace falta pasear por nuestras calles para darse cuenta de ello.
La buena gestión de un gobierno municipal consiste en ser capaz de que se presten unos servicios de excelencia sin asfixiar fiscalmente a sus contribuyentes, mientras que la mala gestión consiste en todo lo contrario: asfixiar a sus vecinos y no ser capaz, además, de ofrecer buenos servicios. Y eso es precisamente lo que estamos padeciendo en Salou, donde, a pesar de haber cerrado el ejercicio del 2024 con casi 5 millones de euros de remanente, se ha incrementado el impuesto de bienes inmuebles (IBI) un 20% y la tasa de basuras un 45% en los dos últimos años, sin que esa subida impositiva haya tenido un reflejo en la prestación de servicios que reciben sus vecinos.
Es evidente que el alcalde de Salou es consciente de la situación, y posiblemente por ello este mes ha firmado la quinta modificación de su cartapacio municipal, quitándole las competencias de limpieza viaria y gestión de residuos al concejal de ERC que las gestionaba hasta este momento, el Sr. Sebastià Domínguez. Pero mucho me temo que ese cambio no comportará una mejora en la situación, si el Gobierno no entiende de una vez por todas que la limpieza debe ser una prioridad en la gestión municipal, y no se pueden evadir las responsabilidades políticas que le correspondan a cada cual haciendo modificaciones del cartapacio municipal, porque eso sólo denotan falta de capacidad para gobernar.
Mario García
Portavoz del PP Salou