En estos momentos en los que comienzan a caer las primeras gotas de lluvia se mira al cielo para intuir con qué fuerza caerá en las próximas horas. En Salou, mientras el comercio permanece cerrado por la alerta que la Generalitat aplicó en la noche de ayer, los ciudadanos se encuentran en vilo, alarmados porque cada vez que cae el agua con una cierta intensidad, inunda dos de las arterias principales del municipio, como son la calle Barcelona y la plaza Europa, zonas por las que pasa la mayor parte del tráfico rodado.
En estas dos zonas, además de las conocidas en el barrio de La Salut, es tal el agua que se acumula que los vecinos, además de padecer los problemas en la circulación, temen en muchos casos inundaciones en los negocios y, sobre todo, la anegación de parkings que afectan de forma muy importante a los automóviles allí aparcados.
Inundaciones en ambas zonas que tienen causas concretas de complicada solución, al menos de una forma inmediata. Porque, aunque los ciudadanos tienden a pensar que este problema se origina por el mal estado de las alcantarillas y porque éstas se encuentran embozadas de hojas y arena que arrastra el agua, no es concretamente su problema.
En la calle Barcelona, una de las calles que más agua recoge de otras vías colindantes, las alcantarillas que recogen las aguas mueren en un muro que está situado en la plaza de la calle Barcelona, Vía Roma, a la altura del establecimiento de la pizzería Sapri, provocando este muro que el agua surja hacia arriba con mucha fuerza haciendo saltar por los aires, en muchas ocasiones, las dos tapas registradoras en las que muere el alcantarillado municipal, además de haber provocado en varias situaciones la rotura del asfalto.
En el caso de la plaza Europa, otra de las zonas fuertemente afectadas, hay que remontarse a principios del siglo XX cuando esta plaza era una laguna natural. El agua manaba en esta zona que se desecó en el año 1930. Cuando en el año 1970 se urbaniza la rotonda de la plaza y las calles de su entorno ya se comienzan a contemplar salidas al mar, aunque son insuficientes y se vuelven a ampliar éstas con canalizaciones más anchas coincidiendo con la infraestructura que representó la inauguración de PortAventura en 1995.
Porque cabe recordar que la plaza Europa es donde se acumula el agua que llueve en las grandes avenidas que dan a este punto. Existe una doble canalización, una que va por la calle Zaragoza y otra por la Avenida de Andorra hacia la Fuente Luminosa, ambas abiertas al mar en la calle Colom, a la altura de Els Pilons. Desembocadura donde también se recogen las aguas que provienen de Carles Buïgas.
La solución que prevén los técnicos es una mayor salida al mar, aunque señalan las dificultades que puede haber porque la plaza Europa se encuentra prácticamente a nivel de mar, y en el caso de la calle Barcelona ésta se solucionará en una gran parte cuando se realicen las obras de urbanización en el trazado de la vía, la cual permitirá, entonces sí, alargar la canalización de las alcantarillas de la calle Barcelona y otras que provendrán del agua que se recogerá a su paso por la calle Ciutad de Reus, con una nueva salida al mar soterrada en la nueva construcción urbana de lo que era el trazado ferroviario que desembocará en el Espigó del Moll. Obras, por cierto, que tiene pendiente de realizar la Generalitat de Catalunya que se incluyen en el plan de urbanización del antiguo trazado de la vía.