En el Día Mundial de la Salud Mental, la Fundación Menssana de Tarragona hace un llamamiento a poner el foco en el bienestar emocional de los jóvenes y adolescentes, un colectivo especialmente vulnerable en un contexto marcado por la presión social, la incertidumbre y el uso intensivo de las redes.
Consciente de la necesidad de realizar una escucha activa y atenta, Menssana recuerda que la salud mental no empieza en las consultas, sino en los espacios cotidianos donde los jóvenes viven, estudian y se relacionan. “Nos encontramos con chicos y chicas que no saben cómo expresar lo que sienten, que viven en silencio su malestar. Nuestra tarea es ayudarles a ponerle palabras, a entender que pedir ayuda no es una debilidad, sino un acto de valentía”, explica Cristina Triana, presidenta de la fundación.
Durante su nacimiento, en junio, Menssana ha atendido ya a varios jóvenes del Camp de Tarragona y a sus familias, ofreciendo acompañamiento psicológico y pautas de prevención, de educación y de fomento de habilidades sociales y de toma de decisiones responsables, siempre con el objetivo de romper el estigma y generar una red de apoyo entre iguales, profesionales y familias.
Coincidiendo con esta fecha, la fundación invita a los propios jóvenes a compartir sus testimonios reales sobre cómo viven su salud mental en la web de Menssana (https://fundaciomensana.org). “Porque cuando una persona joven se atreve a decir ‘no estoy bien’, toda la sociedad tiene la responsabilidad de escucharla. Solo así podremos construir comunidades más empáticas y saludables”, añade Cristina Triana.
La Fundación Menssana, entidad sin ánimo de lucro nacida en Tarragona, trabaja desde junio para promover la salud mental y el bienestar emocional, con especial atención a los jóvenes con dificultades económicas y sus entornos. Su labor se centra en la prevención, la atención psicológica y la sensibilización social, acompañando, asesorando y formando también a los padres, madres y tutores para que adquieran las herramientas necesarias para, a su vez, acompañar y educar a sus hijos e hijas en esta etapa de cambio tan importante en sus vidas.
Y es que la fundación, con sede en la calle Sant Francesc, atiende a adolescentes y jóvenes de 12 a 30 años derivados desde las administraciones, pero también a quienes acudan por su cuenta. Los jóvenes en riesgo de exclusión social pagarán una cuota simbólica de cinco euros. Menssana también ofrece consultas a jóvenes que no estén en situación de vulnerabilidad. En su caso, pagarán las consultas a precio de mercado (65 €), sabiendo que ese precio paga una consulta a un adolescente sin recursos. La fundación se financia básicamente gracias a las aportaciones de empresas, particulares y administraciones.