Oliver Klein (Miravet, 1976) ha recuperado la alcaldía de Cambrils tras la renuncia del socialista Alfredo Clúa y unas semanas agitadas en la política municipal. Su formación, el Nou Moviment Ciutadà (NMC), ganó las elecciones municipales de mayo de 2023 con 6 de los 21 concejales que forman el pleno, pero un acuerdo a cuatro bandas entre PSC, ERC, Junts y En Comú Podem le mandaron a la oposición. Ahora cuenta con el apoyo de los 3 ediles del PSC y los 2 del PP y ha vuelto a tomar las riendas del municipio.
Su llegada a la alcaldía ha sido un tanto convulsa… pero se veía venir.
Bueno, yo te diría que ya se venía fraguando. Observábamos que había un pecado original, que era un pacto que nosotros dijimos que no funcionaría. Cuando las cosas son anti, en contra de algo, está contrastado que no funcionan. El pacto -de PSC-ERC, Junts y En Comú Podem- era anti, para que el Nou Moviment Ciutadà (NMC) de Oliver Klein no repitiera gobierno, y eso era seguramente el único interés común que tenían. No se traducía en construir un proyecto que funcionara para el municipio.
¿Estaba a la expectativa por si el gobierno se desmoronaba y tenía la oportunidad de recuperar la alcaldía?
Había muchos enfrentamientos dentro del gobierno y nosotros, durante todo ese tiempo, estuvimos esperando. Sabíamos que podía pasar algo. El detonante explotó y nos pilló a nosotros allí observando y analizando qué teníamos que hacer.
El PSC, que le negó la alcaldía tras las elecciones de 2023, se ha la devuelto ahora. ¿Qué ha pasado?
Bueno, nosotros hicimos una moción de censura junto al PSC-en contra de Camí Mendoza (ERC) en 2021- muy convencidos de que tendríamos que cambiar ciertas cosas. Después de las elecciones de mayo de 2023 se daban las circunstancias para continuar, pero alguien miró para otro lado, se olvidó de lo que había dicho, se olvidó de lo que había hecho y probó algo que hoy en día se ha demostrado que no funcionó. ¿Qué ha pasado ahora? Que en ese tiempo seguramente ha habido una reflexión y ha habido una vuelta al punto de partida de los resultados de las elecciones del 2023, Y nosotros éramos la ficha fundamental del tablero para jugar
¿Cómo ha iniciado el mandato?
Sabíamos que teníamos que empezarlo muy rápido. Debemos aprobar el presupuesto municipal para 2025, que estaba medio preparado, pero tendremos que retocarlo para hacerlo nuestro. También hay crisis de los trabajadores municipales, crisis del patronato de turismo, crisis de las entidades deportivas, de las empresas de limpieza… Todo eso lo teníamos anotado y, a partir de ahora, tenemos que darle respuesta, pero no para el año que viene, sino para hoy mismo, para mañana mismo.
¿Cuándo habrá presupuesto?
Ahora habrá un pleno extraordinario de delegación de competencias de cartapacio, que será seguramente el viernes 21, y luego vendría el pleno ordinario de final de mes. Seguramente no llegaremos a final de mes, pero tendrá que ser en un pleno extraordinario en el mes de abril. Será un presupuesto diferente al que se había empezado a preparar. Iban muy tarde y no bien encaminados, y hemos tenido que corregir todo eso.
¿Qué es lo que está mal?
No se había trabajado bien ni estaba terminado. Cuando haces un presupuesto no solo pides las demandas de las diferentes concejalías, lo que quieren hacer, sino que debes pedir también que cuadren los números. No se puede pedir infinitamente. Las cuentas no cuadraban, con lo cual, llegado el momento, el interventor habría dicho que no se respetaba el equilibrio presupuestario o no se cumplían los objetivos de déficit.


¿Por qué está Cambrils tan revuelto?
Hacía muchos meses que no se tomaban decisiones en los grandes temas de agenda o se habían tomado mal. Y cuando no se toman decisiones, los problemas se hacen más grandes y es más peligroso. Estamos en una situación muy grave en estos momentos.
¿Qué va a cambiar?
Hay que solucionar temas pendientes, como reforzar el patronato de turismo para dar el producto que Cambrils merece; las obras del mercado municipal, que ya están en marcha; las de la avenida Baix Camp, que están licitadas; las de la calle Orquidies, que vamos a licitar; el pabellón deportivo; el teatro auditorio…
¿Cómo está el teatro auditorio?
El anterior equipo de gobierno consiguió financiación para realizar un estudio para reformular el proyecto, pero solo es un estudio. Hace falta una solución integral, y eso solo se puede pagar con la participación del capital privado, a través de una colaboración público-privada que empecé a negociar en mi anterior etapa de alcalde. Ahora vamos a retomar colaboración con empresas que pueden estar interesadas en ayudarnos a terminar la obra y participar de su explotación en parte.
¿Está a favor de un área metropolitana?
Creo que el territorio será más fuerte si tiene un área metropolitana bien constituida a nivel institucional y político, y yo me voy a alinear con los beneficios comunes que nos puede traer. Soy un defensor del tranvía y creo que tenemos instalaciones importantes como el aeropuerto de Reus que podríamos aprovechar más. Siempre que he tenido capacidad de decisión he apostado por el trabajo conjunto. Cambils tiene su marca, su particularidad, pero para las cosas comunes somos los primeros en participar.
¿Y a nivel turístico?
Claro. Costa Daurada es una marca muy potente, pero, dentro de Costa Daurada, Cambrils tiene su propio sello y eso nos ha hecho grandes. En todo caso, a Cambrils le ha faltado ambición en los últimos años. Tenemos que querer más calidad, más excelencia, en el turismo familiar, deportivo, náutico y, por supuesto, en la gastronomía.
Da la sensación de que Salou ha adelantado por la derecha a Cambrils en cuanto a gastronomía.
Hay mucha gente que comenta esto. Tenemos estrellas Michelin desde hace cuarenta años, una historia de restauración basada en la cocina marinera tradicional de los pescadores y de los mejores restaurantes de España, pero no podemos vivir solo del pasado, tenemos que hacer los deberes en el presente y proyectar el futuro.
Tiene deberes por delante.
Creo que se puede gobernar perfectamente para la Llosa, para el barrio antiguo, para el puerto, para Vilafortuny y para Nou Cambrils, teniendo en cuenta que todos queremos lo mismo, aunque cada uno tenga sus particularidades: un Cambrils fuerte. Yo defiendo la calidad de vida del cambrilense durante todo el año, pero sabemos que vivimos en gran parte del turismo y debemos tener las playas preparadas, dar ocio y recursos suficientes a nuestros visitantes. Hay que aumentar la calidad de los servicios público y, al mismo tiempo, ser competitivos para generar economía.