Los dos hermanos británicos que murieron el martes por la tarde ahogados en la playa Llarga de Salou, un niño y una niña de 13 y 11 años, se vieron sorprendidos por el fuerte oleaje en un momento en el que ondeaba la bandera amarilla y no había servicio de socorrismo porque había terminado ya su jornada, ha explicado este miércoles el inspector jefe de la Policía de Salou, José Luis Gargallo.
“El mar estaba bravo y era peligroso bañarse. Cuando está así hay que tener mucha prudencia”, ha afirmado Gargallo, que ha asegurado que la playa donde tuvo lugar el suceso es “muy tranquila”: “El 99 % del año presenta unas condiciones óptimas para el baño, pero precisamente ayer no fue así”.
El padre de los dos menores, que también había entrado en el mar, fue rescatado con vida. “Había tragado mucha agua y estaba exhausto, muy fatigado”, ha señalado el inspector, justo antes de que representantes del consistorio y agentes de la Policía Local hayan guardado un minuto de silencio ante el Ayuntamiento.
El 112 recibió el aviso a las 20.48 horas –el servicio de socorrismo finalizó a las 20.00– y, según Gargallo, los dos niños y el padre accedieron al agua por una zona rocosa y la corriente llegó a arrastrar a uno de los menores a100 metros de allí.
Younes, uno de los policías que participó en el rescate, ha recordado que cuando llegó había un trabajador de un hotel tratando de sacar al padre y lograron llevarlo a la orilla; después localizaron a la niña y trataron de reanimarla sin éxito.
Los dos menores estaban de vacaciones en Salou con sus padres y otros hermanos. Según Gargallo, la madre se encontraba con sus otros tres hijos en el hotel en el momento del suceso.
El inspector jefe de la Policía Local ha destacado que se trata de un accidente, pero estudiarán cualquier mejora que se pueda llevar a cabo para reforzar la seguridad.
El martes fue especialmente trágico en el litoral tarraconense, ya que un turista alemán de 54 años falleció también ahogado en una playa de Cambrils.