El humorista e imitador tarraconense Josep Ferré manifestó este domingo en su pregón del primer ‘Proud of Salou’ que el municipio es “un refugio de libertad y un ejemplo de acogida», y reivindicó la lucha por los derechos del colectivo LGTBI: «En los años 60 y 70 ser gay era terrible, había mucha represión y fobia. No podemos volver a tropezar con la misma piedra. El futuro depende de nosotros, de nuestras decisiones en la vida, en las urnas y en nuestras acciones cotidianas».
Ferré reclamó, desde la plaza de las Comunitats Autònomes, el compromiso colectivo para combatir la homofobia, la transfobia, la lesbofobia y cualquier forma de discriminación, y subrayó la importancia de luchar por una sociedad que respete todas las formas de ser y sentir. También se solidarizó con las personas LGTBI que viven en países donde aún se criminaliza su identidad: «Todavía hay muchos muros por derribar, y todos somos importantes en ello».
Su espectáculo combinó imitaciones, música y humor con momentos destacados como la intervención telefónica en directo de Lydia Lozano, que, tras hablar con el alcalde, Pere Granados, confesó su cariño por Salou y recordó sus estancias en el municipio logrando escapar de los paparazzi.
El pregonero, acompañado por los bailarines Kiko y Dúnia y por la cantante Laia, dedicó su show al primer ministro húngaro, Viktor Orban, con un tono crítico por su decisión de prohibir la celebración del Orgullo en su país.
Granados, por su parte, reafirmó que Salou es un municipio «tolerante, acogedor, abierto e inclusivo, donde todos tienen cabida, independientemente de su orientación sexual o identidad de género». Y destacó «Salou combate la LGTBIfobia y trabaja para garantizar el respeto y el bienestar de las personas», tanto desde las políticas sociales impulsadas por el gobierno local como desde el Patronato Municipal de Turismo, con acciones que posicionan al municipio como un destino seguro y respetuoso con la diversidad.
La velada concluyó con la actuación de la drag tarraconense Odisea Onassis y se repartieron 1.500 pelotas inflables de playa y 300 corazones con los colores de la bandera LGTBIQ+, dando un toque festivo y participativo a la noche.