Las obras para renaturalizar el paseo de La Pineda se han iniciado esta semana con la eliminación de los dos carriles de circulación y el de aparcamiento, la acera para peatones y parte de la zona de césped, que tienen que permitir que la playa gane veinte metros de ancho a lo largo de un kilómetro. Los trabajos se alargarán durante doce meses y la previsión es que el paseo reabra antes de Semana Santa de 2026.
El tramo del paseo de Pau Casals entre las calles Hipólito Lázaro y el Camí del Racó está cortado al tráfico de vehículos.
El proyecto contempla también aportaciones de arena y plantaciones de especies vegetales para regenerar un sistema de dunas que ayude a la conservación del arenal. Además, se construirá un muro de contención de 1,8 metros de ancho a lo largo del paseo y se renovarán todas las instalaciones, pavimentos y mobiliario urbano.
Las obras afectan a una superficie de 33.000 metros cuadrados y tienen un coste de 8,4 millones de euros, financiados por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Su finalidad es responder a la regresión de la línea de costa que acarrea el cambio climático y devolver un aspecto más natural a la playa de La Pineda.