Salou despidió este viernes la Nits Daurades tras dos semanas ininterrumpidas de actividades festivas. La jornada arrancó con la misa solemne en honor a Santa Maria del Mar, que incluyó un minuto de silencio en memoria de Joan Borràs, y continuó con la tradicional procesión de la virgen, llevada por los pescadores, que hicieron el recorrido descalzos.
El itinerario se inició en la iglesia de Santa María del Mar y siguió por el paseo Miramar hasta el Espigón del Muelle, donde empezó la procesión marítima en barca, en homenaje a la vinculación de Salou con el mar i una plegaria de protección para los pescadores.
El broche final a las Nits Daurades fue el gran castillo de fuegos artificiales, uno de los momentos más esperados y multitudinarios de estas fiestas. Durante 22 minutos, el cielo se llenó de luz y color ante la mirada de un gran número de asistentes.
El cierre lo puso, en la plaza de las Comunitats AUtònomes, la orquesta La Privada.









