La histórica Font de Ferran VII, que desde el año 1820 estuvo adosada al edificio de la Aduana, en el solar que por motivos de seguridad fue tirado a tierra entre las calles Barcelona, Major y Ponent, se está reconstruyendo, piedra a piedra, hasta coger la forma original. Compromiso que los propietarios del edificio firmaron con el Ajuntament de Salou, que es el que ha mantenido en custodia la fuente en dependencias de la Brigada.
Aunque el vallado no permite ver aún el esplendor de esta fuente mítica, su aspecto comienza a deslumbrar y recordar aquella fuente histórica que, junto a abrevadero para las caballerías, se construyó en la antigua Aduana, que formaba parte de la infraestructura que daba cobertura al puerto de Salou.
Aunque las dependencias administrativas se construyeron en el año 1820, la fuente se inauguró en 1828, y el 14 de enero de 1830 se comenzó a disfrutar del caudal de agua potable. Ya en el siglo XVIII el puerto de Salou tenía una intensa actividad comercial, vital para la proyección económica de la comarca, toda esta actividad generaba una serie de impuestos y tributos que la aduana se encargaba de gestionar y recaudar, hasta que se traspasó estas funciones a la aduana del puerto de Tarragona, puerto que se potenció en detenimiento del de Salou.


El nuevo proyecto que urbaniza García Riera contempla la construcción de 121 apartamentos turísticos en un edificio de cuatro plantas, que cuenta con locales comerciales en los bajos y piscinas en su cubierta, en un solar de 2.300 m² en el corazón de la principal zona turística de la Costa Daurada.
Además, se habilitan 136 plazas para coches en un aparcamiento soterrado de dos plantas que, a causa de las características del suelo y un nivel freático muy superficial, genera la necesidad de fundamentos especiales de una importante complejidad.
El consistorio espera que el proyecto ayude a revitalizar y dinamizar económica y comercialmente la zona del casco antiguo, además de recuperar los elementos arquitectónicos e históricos del municipio, porque se respeta, en parte, la fisonomía del antiguo edificio, pero moderno y funcional.