El Ayuntamiento de Cambrils puso en marcha la semana pasada los trabajos de limpieza del tramo final de la Riera de Maspujols. Esta actuación, que va desde la antigua línea del tren hasta los últimos 80 metros de la desembocadura, consiste en la retirada de cañas y otras especies invasora. Además, incluye una prueba piloto de instalación de una lona biodegradable en una superficie de 3.950 metros cuadrados para evitar el crecimiento de más cañas. La inversión asciende a 44.715 euros y se financia con una subvención de la Agència Catalana de l’Aigua (ACA).
Paralelamente, el Ayuntamiento está trabajando en una nueva licitación para la limpieza regular de los barrancos, rieras y cavas que atraviesan el casco urbano de Cambrils. La regidora de Sostenibilidad, Hélène Arcelin, se ha reunido con vecinos del Molí de la Torre y el Regueral para explicar las actuaciones y ha recordado que el consistorio limpia regularmente las rieras para aumentar la capacidad de desagüe y reducir el riesgo de inundaciones, una preocupación mostrada por los residentes de la zona en las últimas semanas.
La regidora del área ha afirmado que las subvenciones de la ACA no son suficientes para llegar a todo, dada la velocidad en la que rebrotan las cañas. Además, ha recordado que el tramo de los últimos 80 metros de la riera es un espacio protegido que no se puede limpiar ni mantener porque se considera una zona húmeda de especial protección por la Generalitat de Catalunya.
Ante esta situación, el Ayuntamiento ha remitido una carta a la ACA para insistir en la necesidad de actuar también en este espacio. Cabe recordar que esta zona que rodea la riera de Maspujols fue una de las más afectadas con graves inundaciones en la urbanización de Sol Cambrils por el temporal de levante del 22 de octubre del 2019.
Ante la proliferación de la caña, la instalación de la lona biodegradable, que es una recomendación de la ACA, podría ser una solución más efectiva para impedir que vuelva a crecer después de la limpieza. Hay que tener en cuenta que el coste de controlar las cañas es muy alto y solo se pueden extinguir con la extracción total del rizoma de una superficie muy grande, cosa que implicaría una inversión económica que no cubren las ayudas y que no está al alcance de la mayoría de ayuntamientos.