Close Menu
https://lavila.digital/https://lavila.digital/
  • Inicio
  • Cambrils
  • Salou
  • Vila-seca
  • Negocios
  • Territorio
  • Deportes
  • Opinión
  • Planes

Suscríbete

Recibe las actualizaciones de LaVila.digital

Facebook X (Twitter) Instagram
martes, junio 17
  • Vila-seca tendrá cinco nuevos parques caninos en 2026
  • 19 detenidos y 3 agentes heridos en un operativo contra el top manta en Salou
  • Salou declara la guerra a los mosquitos
  • El festival Pròleg de Cambrils estrenarà la seva propia cervesa artesana
  • El barri de l’Eixample celebra les festes més antigues de Cambrils
  • Medio centenar de personas se concentra en Salou contra el top manta
  • Talados 26 árboles muertos en el Parc del Pinaret de Cambrils para evitar contagios y caídas
  • William Miller debuta como novelista con una sátira sobre la sociedad actual vestida de comedia vampírica
https://lavila.digital/https://lavila.digital/
Suscribir Login
  • Inicio
  • Cambrils
  • Salou
  • Vila-seca
https://lavila.digital/https://lavila.digital/
Inicio»Opinión»La FiM: entre el ayer y el mañana

La FiM: entre el ayer y el mañana

Mario Téllez, sociólogo y concejal de Vila-seca de 2015 a 2023: "La música suena impecable, los espacios son cómodos, el cartel está trabajado al detalle, pero la calle ya no vibra como antes"
RedacciónPor Redacciónmayo 12, 2025No hay comentarios
Facebook Twitter Email Copy Link
Una actuación en esta edición de la FiM
Comparte
Facebook Twitter Email Copy Link

No soy crítico musical ni lo pretendo. Seguramente escribo desde cierta nostalgia, con la melancolía inevitable del temps fugit y el riesgo, consciente, de sonar como ese exconcejal de la oposición algo cascarrabias que siempre encuentra algo que reprochar. Pero no va de eso. Hoy vuelvo a la FiM con mi hijo, en familia, y hay cosas que agradezco profundamente: los conciertos matinales, las propuestas pensadas para compartir juntos, esa posibilidad de vivir la música desde la complicidad. Esta no es una queja ni una enmienda a la totalidad, sino una reflexión constructiva. Una manera de pensar en voz alta sobre lo que fue, lo que es y lo que podría llegar a ser.

Porque hubo un tiempo, no tan lejano, en que la FiM fluía de forma distinta. No era solo otro formato, era otra lógica. Lo que hoy llamamos “música emergente”, entonces ni siquiera se nombraba. Simplemente sucedía.

Más que una feria, aquello era una fiesta. Un acontecimiento donde los márgenes tomaban el centro y la calle se convertía en un escenario sin fronteras. Lo imprevisto no solo se toleraba: se buscaba. Era un punto de encuentro para músicos sin padrinos, sin solera y sin miedo. La música lo ocupaba todo. Aparecía en cualquier esquina, brotaba entre adoquines, se colaba por las rendijas de un municipio que, por unos días, dejaba de ser lo que era. Y eso, precisamente eso, era su magia.

Aquella FiM que conocimos crecía por contagio. Hoy, en cambio, el contexto es otro. En 2025, la FiM sigue ahí. No es peor, pero sí más contenida. Mejor sonorizada, más cuidada, más estructurada. Y también más cerrada. La música suena impecable, los espacios son cómodos, el cartel está trabajado al detalle. Pero la calle ya no vibra como antes. El Auditori, el Celler o el Castell concentran buena parte del protagonismo. La espontaneidad y el mestizaje han cedido paso a una propuesta más profesional. Desde una mirada sociológica, cuesta no pensar en lo que Berger definía como la institucionalización de la realidad: ese proceso por el cual lo que nació con ambición acaba domesticado, convertido en rutina.

Y en parte, es natural. Lo que fue irrupción, con el tiempo se vuelve estructura. Lo emergente se programa y lo transgresivo se ordena. Basta repasar la evolución de los carteles: de un mono con casco a figuras geométricas. No es solo añoranza, es tratar de entender lo que se pierde por el camino.

Aun así, también hay gestos que siguen encendiendo la chispa. Cuando veo a mi hijo moverse libre en un concierto de mañana, con esa alegría despreocupada que solo ellos conocen, siento que algo de aquel espíritu sigue ahí. No en la ruptura, tal vez, pero sí en la posibilidad de vivir la música sin pedir permiso. Y eso, también, merece ser protegido.

Posiblemente debamos asumir que la FiM fue, durante años, un pequeño milagro. No por el tamaño ni por el cartel, sino por algo menos medible: la atmósfera. Era uno de los pocos espacios donde el riesgo formaba parte de la propuesta. Eso atraía tanto al público como a los artistas, que venían porque sabían que allí todo podía pasar.

Pero algo cambió. En 2019 ya se vivió una edición reducida, con menos apoyo institucional y señales de desgaste. Y en 2020, la interrupción por decisión política terminó de enfriar el festival. Desde entonces, la FiM pelea por recuperar el lugar simbólico que había ganado en la agenda cultural.

Hoy el mapa es otro. Espacios más acotados, horarios muy marcados y mayor protagonismo de los recintos cerrados. Antes, la coletilla de la FiM era al carrer. Ahora la calle se ha vuelto casi anecdótica. Y no, no es un problema de calidad —que la hay, y mucha—, sino de imprevisibilidad. De esa sensación de estar ante algo que podría pasar… o no.

Recuerdo ver a músicos de cámara desplegar su magia en plena plaza d’Estudi y, al mismo tiempo, subir por el portal de Sant Antoni y encontrarme un trío callejero de nivel desbordante que venía por pura conexión, por sentirse parte de una red invisible que los llamaba. Ese cruce de mundos, esa mezcla entre lo formal y lo espontáneo, era una de las claves de su esencia. Hoy, aunque la excelencia artística sigue intacta, el espacio se ha profesionalizado tanto que cuesta hallar esa transgresión, esa chispa de lo inesperado.

Pese a todo, la FiM sigue siendo necesaria. Y sigue aportando. Pero ahora se enfrenta al dilema de muchas iniciativas culturales cuando alcanzan la madurez: ¿cómo seguir siendo espacio de posibilidad sin dejar de ser estructura? ¿Cómo sostener la calidad sin ahogar la vitalidad? Es difícil encontrar sorpresa sin asumir algún riesgo.

Estas líneas pueden sonar a evocación de un pasado mejor, pero no creo que la respuesta esté en volver atrás. Más bien en abrir grietas. Dejar espacios libres. Aceptar un grado razonable de indeterminación. Permitir que lo inesperado vuelva a tener cabida. No se trata de romper con lo logrado, sino de reservar zonas donde la programación no lo ocupe todo. Dejar margen para propuestas espontáneas, colaboraciones inesperadas o artistas que actúen sin haber sido anunciados. Y pensar la calle no solo como tránsito, sino como escenario con entidad propia.

Porque lo emergente, si no se le deja respirar, acaba siendo solo escenografía. Pero si convive con una programación cuidada, con la exigencia técnica y con ese nuevo lugar ganado por la música familiar, entonces la FiM puede seguir evolucionando sin perder su alma. Basta con reservar un pequeño margen para lo imprevisible. Para que lo planificado no lo ocupe todo. Para que la calle, el azar y la conexión espontánea sigan formando parte del relato. Así, quizás, volvamos a sentir que la música está viva. Y que, en cualquier momento, puede pasar algo único.

Mario Téllez Molina
Sociólogo y concejal de Vila-seca de 2015 a 2023

Compartir: Facebook Twitter Email WhatsApp Copy Link
Redacción
  • Website

No te lo puedes perder

Opinión

Alarma social en Cambrils

junio 12, 2025
Opinión

Salou necesita mejorar su limpieza

junio 4, 2025
Opinión

Poc més de 35 anys de l’incendi de Vandellós I i un documental

mayo 27, 2025
Añadir un comentario

Los comentarios están cerrados.

Últimas Entradas

Alarma social en Cambrils

junio 12, 2025

Salou necesita mejorar su limpieza

junio 4, 2025

Poc més de 35 anys de l’incendi de Vandellós I i un documental

mayo 27, 2025

PortAventura, 30 anys

mayo 13, 2025
  • Facebook
  • Twitter
  • Instagram
No te lo puedes perder
Vila-seca

Vila-seca tendrá cinco nuevos parques caninos en 2026

Por Redacciónjunio 17, 20250

Vila-seca dispondrá de cinco nuevos parques caninos a principios de 2026, según acordó la pasada…

19 detenidos y 3 agentes heridos en un operativo contra el top manta en Salou

junio 17, 2025

Salou declara la guerra a los mosquitos

junio 16, 2025

El festival Pròleg de Cambrils estrenarà la seva propia cervesa artesana

junio 16, 2025

Suscríbete

Recibe las actualizaciones de lavila.digital

  • Cambrils
  • Salou
  • Vila-seca
  • Negocios
  • Territorio
  • Deportes
  • Opinión
  • Planes
© 2025 lavila.digital | Contacta | Politica privacidad.

Escriba arriba y pulse Enter para buscar. Pulse Esc para cancelar.

Iniciar sesión o registrarse

Welcome Back!

Inicie sesión a continuación o {regístrese}.

Lost password?

Register Now!

¿Ya estas registrado? Iniciar sesion.

Se te enviará una contraseña por correo electrónico.