Sobre el papel, la renaturalización del litoral de La Pineda es un proyecto ilusionante. Recuperar espacio para la naturaleza, reducir la presión urbanística junto a la playa y mejorar el paisaje costero son objetivos difíciles de cuestionar. El problema llega cuando se olvidan de quienes vivimos a pocos metros de las obras.
Desde que comenzaron los trabajos, el paseo Pau Casals ha quedado parcialmente eliminado, obligando a desviar el tráfico hacia calles interiores. Lo que podría haberse gestionado con previsión ha terminado por concentrar una gran cantidad de vehículos frente a edificios residenciales, con el consiguiente aumento de ruido, inseguridad para los peatones y daños materiales. Hay baches en la calzada, las aceras están en mal estado y los muros perimetrales de algunos edificios han comenzado a agrietarse.
Varios vecinos, cansados de la situación, han presentado quejas formales al Ayuntamiento de Vila-seca. No es solo una cuestión de molestias: la circulación a gran velocidad ha provocados accidentes y la ausencia de badenes o pasos de cebra elevados agrava la peligrosidad.
Este caso es un recordatorio de que en la planificación urbana no basta con pensar en el resultado final. Un paseo marítimo más verde puede ser una meta admirable, pero no debería lograrse a costa de transformar calles tranquilas en improvisadas carreteras de alta densidad. La sostenibilidad implica también garantizar que el día a día de los vecinos no se vea sacrificado por el “mientras tanto” de las obras.
Y mi pregunta es, ¿este cambio de circulación en las calles ha venido para quedarse o es provisiona? El Ayuntamiento no los lo ha aclarado.
Además, los propietarios de segundas residencias en La Pineda nos sentimos discriminados por las nuevas plazas azules y verdes de aparcamiento. Nos parece bien que los residentes no paguen, pues ya pagan su impuesto municipal, pero nosotros también pagamos el resto de impuestos igual y consumimos menos servicios debido a que estamos menos tiempo.
Antonio José Jurado
Propietario de una segunda residencia en La Pineda