Las 26 collas de Salou que participarán el sábado 1 de febrero en la 44º edición del Cós Blanc están ultimando la construcción de sus carrozas en las dependencias de la brigada municipal en Emprius y en la nave municipal situada junto a la ‘deixalleria’. Más de 3.000 personas tomarán parte en este acto estrella de la Festa Major d’Hivern, que por segundo año transcurrirá por el paseo Jaume I. Cada agrupación está formada por una media de 130 miembros, aunque alguna supera los 200.
Las collas comienzan a planificar el desfile cuatro o cinco meses antes del Cós Blanc, para pensar en el diseño de los disfraces y los detalles de las carrozas y sorprender en los dos pases que se llevan a cabo: el matinal de ‘lucimiento’ y el más festivo de la tarde, que reúne a miles de asistentes ante una lluvia de toneladas de confeti.


«Somos más de cien personas en la colla, pero como suele ocurrir, apenas somos diez los que venimos a montar la carroza», bromean los integrantes de algunas comparsas mientras trabajan en sus propuestas.
Si bien la carroza se hace visible a medida que su montaje avanza, las collas guardan con mucho recelo los disfraces que lucirán. Unos trajes que antiguamente se confeccionaba cada participante y que ahora suelen encargar a empresas especializadas. Cada persona gasta unos 60 euros aproximadamente. A esa cantidad hay que sumarle, entre otros, los costes del equipo de sonido. Cada agrupación recibe una subvención municipal de 1.830 euros.


La fiesta no acabara el 1 de febrero, ya que un día después, el domingo a las 12 horas en el Espigó del Moll, la Associació Slot Salou celebrará el primer Cós Blanc Solidari per a Mascotes. Una iniciativa con la que esta entidas quiere hacer disfrutar del desfile a mascotas acompañadas por sus propietarios, con una aportación de 5 euros que irán destinados a ayudar a las protectoras de animales.